La Phoenix canariensis o Palma canaria crece espontáneamente en las siete islas que componen el archipiélago canario.
En la isla de La Gomera pervive una cultura ancestral alrededor de esta bella especie, pues de ella hacen los campesinos de esta isla, múltiples usos: de sus hojas llamadas “pencas” se hace la cestería artesanal y se emplea de alimento para el ganado.
El pecíolo espinoso “talajague” se ha utilizado para cercas, como leña y una vez quitada las espinas como juguetes para los niños. El fruto “tambara” aunque no contiene mucha pulpa, es aprovechado para el ganado. De sus raíces sogas y hasta después de muerta se le daba utilidad ya que del tronco se hacían colmenas para las abejas.
Pero de todas estas prácticas culturales la que más destaca y la que diferencia a La Gomera del resto de las otras islas y del resto del mundo es la de la obtención del Extracto de Palma Canaria.